Tanto el equipo de Preparación en Educación Media como el de Acompañamiento en la Educación Superior, han debido modificar sus métodos de trabajo para darle continuidad a cada una de sus estrategias.
La pandemia global por el Covid-19 ha tenido un enorme impacto en el ámbito de la educación. Para un sistema que ha funcionado históricamente de forma presencial, resultaba impensado que las aulas virtuales, diseñadas solo como instrumentos de apoyo para el aprendizaje, llegaran a convertirse en el modo normal de asistir a clases.
Desde luego que ello trae consigo un conjunto de dificultades y variaciones en lo que respecta a los ritmos de aprendizaje, la entrega de contenidos por parte de los docentes, la participación en condiciones de confinamiento y en menor medida las labores administrativas, pero un aspecto de considerable complejidad se da en lo relativo a la infraestructura digital, evidenciándose allí una significativa brecha que afecta especialmente a aquellos estudiantes con mayor riesgo social.
Frente a este escenario, el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE) de la Universidad Técnica Federico Santa María, desde los primeros días de la emergencia sanitaria se dispuso a diseñar un plan cuyo objetivo era responder a los efectos de la pandemia, con la finalidad de mantener el vínculo con los estudiantes y sus establecimientos educacionales, entregando asesoramiento técnico y apoyo emocional.
Preparación en Educación Media
En el caso del equipo PEM de Valparaíso, que acompaña a 13 establecimientos, la profesional Camila Bustos informa que el plan correspondiente al año 2020 se encuentra en proceso de adaptación, y que por este motivo han optado por planificar las intervenciones en el corto plazo, considerando criterios de flexibilidad, al menos hasta que tengan mayores certezas, dado que el acontecer escolar es altamente dinámico, de modo que han permanecido atentos en virtud de un acomodo continuo, y en ese sentido destaca que la vinculación con los liceos ha sido fundamental.
En razón de esto, Camila Bustos advierte que “la mayor parte de las comunidades escolares reconocen que la sensación de incertidumbre y ansiedad son experiencias comunes para estudiantes, docentes y directivos, y que retomar el trabajo en condiciones de distancia social ha implicado mayores niveles de desgaste. En esto, el poder reestablecer y sostener el contacto con los estudiantes ha sido un gran desafío, especialmente por la dificultades en la conectividad”.
De hecho, aunque la mayor parte de los jóvenes cuenta con dispositivos móviles con conexión a internet, estos planes se limitan a brindar acceso a redes sociales, por lo que la realización de clases a distancia es prácticamente imposible, lo cual “también tiene impacto en cómo ha sido pensado el trabajo PEM, puesto que debido a las posibilidades reales de conectividad de los estudiantes, se optó por abordar el contenido a través de redes sociales como Facebook e Instagram”, reconoce la profesional.
PEM también ha considerado el diseño de una estrategia orientada al apoyo emocional al servicio de las comunidades escolares con las que trabajan, desde donde afrontar el estrés y la incertidumbre que si ya constituían un problema al interior de los liceos, en el actual escenario se ha intensificado. Por eso, tras ser contactados los establecimientos para proponerles un espacio común de conversación en torno a sus necesidades y perspectivas, se han ido trabajando temáticas como higiene de sueño, pensamientos irracionales, redes de apoyo, estrategias de identificación y expresión emocional, entre otros.
Asimismo, en los últimos días del mes de abril también se han desarrollado “Encuentros Virtuales”, orientados a la presentación y desglose de los resultados de postulación y admisión 2020, así como a la exposición y diálogo respecto a algunas líneas de intervención de PEM para el mes de mayo, en que se está evaluando iniciar una segunda etapa del trabajo, con el propósito de proyectar la intervención del equipo de cara al año 2020, focalizando el apoyo en dos áreas: alfabetización digital o herramientas virtuales para favorecer el aprendizaje de TIC´S en los estudiantes, y contenidos introductorios de orientación vocacional a partir de conceptos básicos que forman parte del proceso de postulación y admisión universitaria, técnicas de estudio y la reflexión en torno a la decisión vocacional y el futuro luego de la educación media.
En relación a esto, Camila Bustos destaca que “todos estos elementos formarán parte de una oferta educativa común para que nuestros estudiantes puedan consultarla de forma online o puedan acceder a la información a través de los encargados PACE y/o profesores jefes por liceo. Nuestra idea es generar propuestas que puedan ser comunes, pero que al mismo tiempo puedan adaptarse a la realidad de cada comunidad educativa”.
Región Metropolitana
En la Región Metropolitana el trabajo se ha desarrollado de forma similar, para lo cual han implementado la modalidad de las reuniones virtuales sistemáticas de planificación y evaluación de las acciones emprendidas, adecuando la planificación 2020 al contexto actual, y aunque los contenidos de esta siguen enfatizando el desarrollo de competencias del siglo XXI, se ha modificado el canal mediante el cual se generarían los procesos de enseñanza-aprendizaje con los estudiantes inicialmente.
El procedimiento que adoptaron para determinar el nuevo canal, consistió en reconocer el funcionamiento actual de los cinco establecimientos PACE de la Región Metropolitana, en lo que respecta a los canales de comunicación que han dispuesto para los procesos de enseñanza-aprendizaje, encontrándose con un escenario que valoran como favorable para la educación a distancia, puesto que los estudiantes contaban con una alfabetización digital básica y las redes sociales más comunes que facilitaran el inicio del primer acercamiento.
Para ello, elaboraron una cápsula audiovisual inicial de presentación del equipo de PEM a los establecimientos escolares, en la que informaron acerca de las características generales del Programa PACE. Sobre este proceso, Karina Riveros, ejecutora del equipo PEM de la Región Metropolitana, evalúa favorablemente la utilización de este recurso, puesto que “al momento de contactar a los estudiantes, nos sirvió de apoyo para generar un vínculo inicial. Así también, preparamos aulas virtuales en las cuales los estudiantes pueden inscribirse y co-construir junto con cada ejecutora procesos de enseñanza-aprendizaje. Estas aulas virtuales constan de espacios abiertos para instar a procesos reflexivos y/o debates entre pares, como también, espacios privados o actividades que insten a la reflexión personal, entre otras. Las aulas virtuales nos permiten que el estudiante pueda acceder en sus propios tiempos y desde su situación de confinamiento y/o cuarentena al espacio de formación”.
Junto con lo anterior, se han elaborado materiales pedagógicos como infografías, las que buscan servir de apoyo a la reflexión y/o análisis, así como cápsulas testimoniales de estudiantes PACE de generaciones anteriores que han logrado acceder a la educación superior, con la finalidad de alentar la participación en el programa, por lo tanto “queda analizar qué obstaculizadores y/o facilitadores ofrecieron los diversos contextos de las y los estudiantes para el desarrollo de nuestras iniciativas”, observa la profesional.
Finalmente, Karina Riveros manifiesta que el compromiso con el derecho a la educación es la motivación principal para adecuar las estrategias a las exigencias de distanciamiento social como prevención ante la pandemia por el Covid-19, porque “sabemos que para el Programa PACE es más difícil aún pues los estudiantes que participan están en desigualdad de condiciones, desfavorables no solo para desarrollar sus procesos de enseñanza-aprendizaje, sino también sus trayectorias vitales. Por esta razón, buscamos que nuestras propuestas no se transformen en estresores adicionales a la situación de crisis, muy por el contrario, que favorezcan realmente sus aprendizajes. Estamos ajustando la brújula y esperamos repercutir de forma positiva, sabiendo que, para todas y todos, este es un momento difícil”, asevera.
Acompañamiento en la Educación Superior
En el caso de los estudiantes que ya lograron acceder al cupo PACE y se encuentran actualmente cursando sus carreras de pregrado tanto en primero como en segundo año de la Universidad Técnica Federico Santa María, la situación resulta igualmente compleja, ya que, si el primer año de universidad supone un conjunto de desafíos, cambios y crecimientos, mientras que el segundo implica un mayor arraigo y afianzamiento de los lazos, enfrentarlos de forma remota es un hecho inédito para la historia educacional del país, y además de todas las problemáticas que pudiesen encontrarse en la implementación de sistemas de enseñanza y aprendizaje online, existen variables sociales afectadas por el encierro y el distanciamiento social, lo cual requiere incluir estas temáticas dentro del trabajo a realizar durante este año. En esta línea en equipo AES PACE USM ha estado trabajando en la adaptación del material de apoyo a los estudiantes, tanto en contenidos como en metodologías, a plataformas digitales.
Vivianne Sepúlveda, psicóloga educacional y coordinadora del equipo AES, valora que el trabajo ha tenido un marcado carácter colaborativo y cohesionado entre los equipos de las distintas sedes y campus de la USM, manteniendo reuniones semanales para planificar y evaluar el trabajo de acompañamiento que han seguido realizando con los estudiantes de ambas generaciones. Entre las acciones que destaca está el contacto con el total de las y los estudiantes, con el objetivo de establecer un primer vínculo con la nueva generación. En el caso de los ingresos correspondientes a 2019, el contacto se mantuvo desde el año anterior, ya que su semestre terminó a fines de marzo.
Una de las mayores problemáticas ha sido la conectividad y el equipamiento para que los estudiantes puedan desarrollar sus asignaturas a través de plataformas online, sin embargo, “la Universidad, a través de la Dirección de Relaciones Estudiantiles, otorgó a todos aquellos estudiantes que lo necesitaran una beca de conectividad y préstamos de equipamiento (computadores) para poder cursar el semestre online. Esto favoreció la adaptación de los estudiantes a las plataformas y permitió poder realizar las inducciones y bienvenidas del acompañamiento AES PACE USM” comenta Paulina Verdejo, Coordinadora Ejecutiva del Programa PACE.
También, se ha dispuesto de espacios virtuales de acompañamiento constante, por medio de infografías en las redes sociales, grupos de whatsapp, correos electrónicos, entre otros, todo con el objetivo de no perder el contacto con las y los estudiantes pese al distanciamiento social, ayudándolos a resolver sus dudas de manera oportuna. Todo esto en coordinación con las distintas unidades USM, con quienes se ha estado trabajando de manera colaborativa en este proceso.
Adicionalmente, se dispondrán de manera virtual los apoyos académicos en las asignaturas del primer ciclo (ciencias básicas) y los talleres psicoeducativos de acompañamiento (estrés académico, gestión del tiempo, técnicas y estrategias de estudio, entre otros).
PACE USM tiene ingreso a través de esta vía inclusiva desde el año 2016. Este año ingresaron un total de 147 estudiantes en las cinco Sedes y Campus (Casa Central, Campus San Joaquín, Campus Vitacura, Sede Viña del Mar y Sede Concepción), a lo que se suman los 100 estudiantes de ingreso 2019 a los que también se les brinda acompañamiento académico y psicoeducativo.